Síndrome de los “veintitantos”

Jonathan Brizio
3 min readOct 27, 2014

Si actualmente te encuentras atravesando en tu vida el camino de los “veintitantos” quizás te sientas identificado con lo que estaré por citarte a continuación

Algunos le llaman la “crisis del primer cuarto de vida”.

En dicha etapa de tu vida, te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás. Te das cuenta de que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios por diferentes cuestiones.

Las multitudes ya no son “tan divertidas”… incluso a veces te incomodan.
Y extrañas la comodidad del colegio, de los grupos, de sociabilizar con la misma gente de forma constante.

Pero te empiezas a dar cuenta que mientras algunos son verdaderos amigos otros no eran tan especiales después de todo. Entendiste que la amistad después de todo no se basa en el tiempo, sino en la calidad de la personas que tienes a tu lado.

Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor.
Entendiste que el tiempo no sana las heridas, sino que alarga las agonías.
Aprendiste que las peleas son distintas a las discusiones y que las discusiones surgen en base al cariño y engrandecen las relaciones.

Entendiste que los tiempos no existen y que las desiciones hay que tomarlas alguna vez en la vida. Aprendiste que alguien más que tú puede tener la razón, y que con los sentimientos ajenos no se juega. Aprendiste que las parejas van y vienen, y que hay gente que queda y que siempre estará.

Los ligues y las citas de una noche te empiezan a parecer baratos, y emborracharte y actuar como un idiota empieza a parecerte verdaderamente estúpido. Salir tres veces por fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu pequeña billetera.

Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo, sobre lo que quieres y lo que no. Tus opiniones se vuelven más fuertes. Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco más de lo usual porque de repente tienes ciertos lazos en tu vida y adicionas cosas a tu lista de lo que es aceptable y de lo que no lo es.

A veces te sientes genial e invencible, y otras… con miedo, solo y confundido. De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta de que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando y de saber conservar bien el presente porque será tu unica compañía en el futuro.

Y si al leer esto te sientes realmente identificado, es porque perteneces al igual que yo, al grupo de los “Veintitantos”, una etapa de la vida en donde ya te das cuenta que no eres el adolescente de años atrás (y es que el tiempo pasa volando) y tienes un largo trayecto por delante repleto de nuevos retos.

“Si no haces cosas alocadas de joven, no tendrás de que reír de viejo”

--

--